Se especulan muchas teorías sobre su mística presencia. Unos dicen que su origen es mitológico, otros sostienen que sólo fue un asesino en serie de las oscuras noches de Santiago de Chile, y otros sencillamente lo llaman El hombre Primavera. Durante todo el equinoccio de Otoño se Oculta en la taberna de una vieja y sucia curandera que tiene fama de intermediaria del diablo y administra almas a cambio de salud y dinero a las personas que se resignan de sus dolencias y temor a la muerte. Con el tiempo ha nacido leyendas bajo su nombre, la más importante es la que cuenta que sólo el poder de una navaja en manos de una mujer quien llevará el nombre de una flor. esta mujer tendrá que rasurar su fuente de poder que se encuentra en su barba en el solsticio de verano. De hacerlo en otra ocasión, solo hará que este tranquilo un par de días para volver haz echar con más brutalidad a la sus víctimas.
El Hombre Primavera tiene su perfil de víctimas muy bien definido. Solo ataca a mujeres a quienes han sido favorecidas por el amor, presiente su presencia a miles de kilómetros de distancia, es capaz de sentir el aroma que se desprende de sus cuellos, el dulce néctar del olor a lujuria, se deleita con el placer ajeno para luego arrebatarle de raíz su propia vida. Cada respiro, cada suspiro lentamente y de manera letal despierta en el los instintos de una bestia sanguinaria. Cuando en medio de sus faldas a saciado su sed de lujuria y amor, entre su barba escurre sangre, florece flores, furia y desamor. Soledad Campos. -
lunes, 8 de septiembre de 2014
Hombre Primavera
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