viernes, 7 de marzo de 2014
Oda a tus Brazos.
En mi sueño apareces y me abrazas como una recién nacida, me recibes en tus brazos generosos y no queda un espacio de mi frágil cuerpo que no quiera pertenecer a tu ritual de un manejo de llaves, entonces pasa eso que a menudo sucede a media noche, me destapas los hombros y mil hormigas danzan en mi vientre, no has querido decir una sola palabra puesto que tu vocabulario se encuentra en la yema de tus dedos perfectos, aquella comunicación muda entre el caoba de una tupida mirada y la rebeldía de tu cabellera insolente.
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