Carta a un Extraño Muy Intimo.

Técnicamente no se nada de ti, no eres predecible, a veces pienso que no te intereso en lo más mínimo, y de repente apareces con propuestas frías de mi compañía, cuesta entender se que te deben llover mujeres, también se que no me quieres, entonces, ¿Por qué me llamas? No creo que te falte compañía, ¿Es variedad, cantidad?....  Simple curiosidad nada más…

Imposible sentir algo por ti, créeme no soy tan suicida, eres agradable, me haces sentir cómoda, divertido, buen partido, pero, no me llamas la atención. Quizás tu me ves de la misma forma en que te percibo. Al momento entregamos todo el uno al otro y luego de eso, somos perfectos desconocidos, nunca nos prometimos afecto, nunca seguimos viéndonos, solo pasa y nos hacemos compañía y unimos nuestros cuerpos sin involucrar sentimientos, me gusta, no puedo negarlo, como tampoco me hace daño. De vez en vez jugamos con el amor, nos reímos como burlando sentimientos y luego….me marcho, satisfecha, tranquila, incluso de excelente humor. Hasta pronto, hasta que se te ocurra sentirte solo, quizás como te sientes….no lo se…. Hasta ese entonces que vuelvas a llamarme para que vuelvas a llamarme, para que volvamos a ser perfectos desconocidos, húmedos y cansados envueltos en las mismas sabanas, huyendo en silencio de nuestros propios miedos, del compromiso, de la soledad…

                          Jazz .